domingo, 6 de enero de 2013

Empresas 2.0 : Cuestión de Mentalidad



 
 
Aprovechando estos días de descanso me he propuesto escribir este post con algunas anotaciones  para las organizaciones, empresas y directivos que han tomado la decisión de incorporar la web 2.0 a sus diferentes procesos organizacionales y que todavía no tienen muy claro su aplicación real y la utilidad que este conjunto de herramientas puede aportar a sus modelos de negocio, así como los beneficios que puede brindar a la empresa. Claro que también este post está dirigido a aquellas instituciones o líderes empresariales que aún no han tomado la decisión de lanzarse al mundo de la web 2.0 y que tal vez necesitan un poco de orientación.


En primera instancia hay que anotar que el concepto web 2.0 es un término acuñado por Tim O´Reilly en el 2001 y surgido con la explosión de la famosa burbuja “puntocom” en el año 2000. Este concepto web 2.0 hace alusión a una nueva etapa de Internet que posibilita mayor interacción y participación de los internautas y que genera nuevas estructuras en la web, menos estáticas y más abiertas, generando así, una democratización de las relaciones en internet. Es algo así como una evolución de Internet, una segunda fase, después de la 1.0.

Ligado al concepto web 2.0 surgen una serie de herramientas y medios digitales (blogs, wikis, redes sociales, podcast entre otros), que a su vez dieron origen a la cultura 2.0 referida a la posibilidad de una mayor interacción y participación a través de la web y sus herramientas, así como a una actitud más democrática, innovadora y transparente de quienes usan la web, tanto personas como instituciones.

En el caso de las empresas, Según Andrew McAfee Investigador de Tecnología y Negocios de la Universidad de Harvard, Enterprise 2.0 (Empresa 2.0) es la utilización de plataformas de software social en las empresas, o entre empresas, stakeholders y clientes. Esto significa que, tal como los usuarios de las aplicaciones web 2.0 más utilizadas (Flickr, Google, Twitter, Wikipedia, Facebook, Linkedin, etc.) hacen uso de estas herramientas para crear contenido y formar comunidades sin requerir de un alto grado de conocimientos técnicos, esta misma capacidad puede trasladarse a una organización. 

Si bien, ya llevamos alrededor de diez años de la web 2.0 en el mundo, son pocas las organizaciones, y más todavía en el contexto Latinoamericano, que realmente están haciendo un uso estratégico e inteligente de esta plataforma digital, para sus proyectos, empresas y en general para los entornos corporativos; es decir, son pocas las organizaciones en nuestro contexto que pueden denominarse Empresas 2.0. Entre las principales razones identificadas para ello, tenemos: el desconocimiento del real alcance que tiene la web 2.0 en las empresas, el temor a generar cambios que impliquen altos costos en tecnología, la escasa formación que en estas tecnologías tienen los equipos directivos y los mitos alrededor de este concepto, como por ejemplo que el uso de la Web 2.0 es solo para jóvenes y adolescentes, entre otros.

Sin embargo, lo que muchas organizaciones y altos directivos no han logrado entender es que la web 2.0 ofrece innumerables herramientas que pueden potenciar y facilitar la comunicación de una organización con sus públicos y audiencias; abaratar los costos en publicidad; rastrear las conversaciones en torno a determinado producto, marca o servicio;  e incluso generar innovaciones al interior de una determinada empresa o proyecto. Estos son solo algunos de los beneficios que una empresa puede obtener, de esta nueva generación de la web. Está en el criterio de cada uno tomar la decisión de incorporarse al mundo 2.0 ó seguir mirando desde afuera la evolución del mundo digital y perder grandes oportunidades. 

A continuación mencionaré seis (6) aspectos que una organización, cualquiera sea su índole, debe tener en cuenta a la hora de iniciar su camino en el universo 2.0: 


1.   Incorporar la web 2.0 a una organización, significa más que la implementación de un conjunto de herramientas digitales innovadoras. Se requieren nuevos tipos de liderazgo al interior de los proyectos e instituciones, actitudes más democráticas y sistemas más abiertos y participativos; mayor colaboratividad e interacción entre las diferentes áreas de una organización. Precisamente es esto de lo que trata la nueva fase del Internet. La web 2.0 debe ir de la mano con una cultura 2.0.

2.      El uso de tecnologías 2.0, por ejemplo redes sociales, blogs, comunidades virtuales, entre otros no es deliberado. Necesita de una planificación, una estrategia y obviamente un presupuesto. Generalmente esta planificación hace parte o se integra a los planes de comunicación organizacional, o en su defecto a planes de marketing o relaciones públicas. El hecho de que algunas herramientas 2.0 como las redes sociales, abaraten costos en publicidad, no significa que no requieran inversión.

3.      La web 2.0 no reemplaza las tradicionales formas o estrategias de comunicación empresarial (la publicidad, la comunicación organizacional, la comunicación interna, el marketing), más bien las complementa y potencia; les brinda nuevos canales de expansión y mayor creatividad e innovación en la forma de llegar a los públicos y audiencias.

4.      La web 2.0 es una gran oportunidad para que las organizaciones se revisen a sí mismas, sus modelos de negocio, sus procesos de innovación, sus modos de producción de información y conocimiento y sobre todo la manera en que se relacionan con sus públicos, stakeholders y audiencias. Para quienes trabajan en las áreas de comunicación, marketing, marca e identidad corporativa y relaciones públicas, es una gran plataforma para agilizar, facilitar e innovar en sus procesos de gestión. Antes que una nueva tarea por cumplir o un obstáculo, la web 2.0 es un mundo de oportunidades para las organizaciones, los directivos y los profesionales que la sepan aprovechar.

5.      La incorporación de la web 2.0 es un proceso que abarca diversas dimensiones, sobre todo tres de suma relevancia: La dimensión técnica, la dimensión humana y la dimensión cultural. Por ende debe ser asumido como un proceso serio, riguroso y a largo plazo y no como algo que va a quedar listo de la noche a la mañana, sin planeación. Esto implica la posibilidad de cometer errores en el camino, encontrarse con resistencias de algunos sectores de la organización o ver resultados a mediano y largo plazo. Lo importante es tener claro desde el principio los alcances y beneficios que puede tener la incorporación de la web 2.0 en la empresa y planificar estratégicamente para reorientar los errores y aprender de los fracasos.

6.      Las empresas 2.0, es decir, aquellas que van a la vanguardia en los procesos de incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación, y de los medios digitales y sociales, han asumido esto como una prioridad y no como una tarea más, por ende han invertido recursos y cuentan con profesionales y consultores en las áreas de community management, comunicación digital, desarrollo de software y programación, diseño gráfico entre otras, que les han permitido asumir exitosamente este proceso y ser hoy en días organizaciones reconocidas por el uso de las tecnologías digitales. Para las empresas que van a iniciar este proceso, es muy importante contar con profesionales capacitados e idóneos en la materia, que ayuden a orientar estratégica y acertadamente la transición de la organización hacia el mundo 2.0.


Son muchas más las recomendaciones y orientaciones que se podrían dar sobre la incorporación de la web 2.0 a una organización, pero allí están expuestas las que a mi criterio son las más importantes, para iniciar el camino.

Saludos y gracias por leer.

Diego J.

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