Aprovechando estos días de
descanso me he propuesto escribir este post con algunas anotaciones para las organizaciones, empresas y
directivos que han tomado la decisión de incorporar la web 2.0 a sus diferentes
procesos organizacionales y que todavía no tienen muy claro su aplicación real
y la utilidad que este conjunto de herramientas puede aportar a sus modelos de
negocio, así como los beneficios que puede brindar a la empresa. Claro que
también este post está dirigido a aquellas instituciones o líderes
empresariales que aún no han tomado la decisión de lanzarse al mundo de la web
2.0 y que tal vez necesitan un poco de orientación.
En primera instancia hay que
anotar que el concepto web 2.0 es un término acuñado por Tim O´Reilly en el 2001
y surgido con la explosión de la famosa burbuja “puntocom” en el año 2000. Este
concepto web 2.0 hace alusión a una nueva etapa de Internet que posibilita
mayor interacción y participación de los internautas y que genera nuevas
estructuras en la web, menos estáticas y más abiertas, generando así, una
democratización de las relaciones en internet. Es algo así como una evolución
de Internet, una segunda fase, después de la 1.0.
Ligado al concepto web 2.0 surgen
una serie de herramientas y medios digitales (blogs, wikis, redes sociales,
podcast entre otros), que a su vez dieron origen a la cultura 2.0 referida a la
posibilidad de una mayor interacción y participación a través de la web y sus
herramientas, así como a una actitud más democrática, innovadora y transparente
de quienes usan la web, tanto personas como instituciones.
En el caso de las empresas, Según
Andrew McAfee Investigador de Tecnología y Negocios de la Universidad
de Harvard, Enterprise 2.0 (Empresa 2.0) es la utilización de plataformas
de software social en las empresas, o entre
empresas, stakeholders y clientes. Esto significa que, tal como los usuarios de
las aplicaciones web 2.0
más utilizadas (Flickr,
Google,
Twitter, Wikipedia,
Facebook,
Linkedin,
etc.) hacen uso de estas herramientas para crear contenido y formar comunidades
sin requerir de un alto grado de conocimientos técnicos, esta misma capacidad
puede trasladarse a una organización.
Si bien, ya llevamos alrededor de
diez años de la web 2.0 en el mundo, son pocas las organizaciones, y más
todavía en el contexto Latinoamericano, que realmente están haciendo un uso
estratégico e inteligente de esta plataforma digital, para sus proyectos,
empresas y en general para los entornos corporativos; es decir, son pocas las
organizaciones en nuestro contexto que pueden denominarse Empresas 2.0. Entre
las principales razones identificadas para ello, tenemos: el desconocimiento
del real alcance que tiene la web 2.0 en las empresas, el temor a generar
cambios que impliquen altos costos en tecnología, la escasa formación que en estas
tecnologías tienen los equipos directivos y los mitos alrededor de este
concepto, como por ejemplo que el uso de la Web 2.0 es solo para jóvenes y
adolescentes, entre otros.
Sin embargo, lo que muchas
organizaciones y altos directivos no han logrado entender es que la web 2.0
ofrece innumerables herramientas que pueden potenciar y facilitar la
comunicación de una organización con sus públicos y audiencias; abaratar los
costos en publicidad; rastrear las conversaciones en torno a determinado
producto, marca o servicio; e incluso
generar innovaciones al interior de una determinada empresa o proyecto. Estos
son solo algunos de los beneficios que una empresa puede obtener, de esta nueva
generación de la web. Está en el criterio de cada uno tomar la decisión de
incorporarse al mundo 2.0 ó seguir mirando desde afuera la evolución del mundo
digital y perder grandes oportunidades.
A continuación mencionaré seis (6)
aspectos que una organización, cualquiera sea su índole, debe tener en cuenta a
la hora de iniciar su camino en el universo 2.0:
1. Incorporar
la web 2.0 a una organización, significa más que la implementación de un
conjunto de herramientas digitales innovadoras. Se requieren nuevos tipos de
liderazgo al interior de los proyectos e instituciones, actitudes más
democráticas y sistemas más abiertos y participativos; mayor colaboratividad e
interacción entre las diferentes áreas de una organización. Precisamente es
esto de lo que trata la nueva fase del Internet. La web 2.0 debe ir de la mano
con una cultura 2.0.
2. El
uso de tecnologías 2.0, por ejemplo redes sociales, blogs, comunidades
virtuales, entre otros no es deliberado. Necesita de una planificación, una
estrategia y obviamente un presupuesto. Generalmente esta planificación hace
parte o se integra a los planes de comunicación organizacional, o en su defecto
a planes de marketing o relaciones públicas. El hecho de que algunas
herramientas 2.0 como las redes sociales, abaraten costos en publicidad, no
significa que no requieran inversión.
3. La
web 2.0 no reemplaza las tradicionales formas o estrategias de comunicación
empresarial (la publicidad, la comunicación organizacional, la comunicación
interna, el marketing), más bien las complementa y potencia; les brinda nuevos
canales de expansión y mayor creatividad e innovación en la forma de llegar a
los públicos y audiencias.
4. La
web 2.0 es una gran oportunidad para que las organizaciones se revisen a sí
mismas, sus modelos de negocio, sus procesos de innovación, sus modos de
producción de información y conocimiento y sobre todo la manera en que se
relacionan con sus públicos, stakeholders y audiencias. Para quienes trabajan
en las áreas de comunicación, marketing, marca e identidad corporativa y
relaciones públicas, es una gran plataforma para agilizar, facilitar e innovar
en sus procesos de gestión. Antes que una nueva tarea por cumplir o un
obstáculo, la web 2.0 es un mundo de oportunidades para las organizaciones, los
directivos y los profesionales que la sepan aprovechar.
5. La
incorporación de la web 2.0 es un proceso que abarca diversas dimensiones,
sobre todo tres de suma relevancia: La dimensión técnica, la dimensión humana y
la dimensión cultural. Por ende debe ser asumido como un proceso serio,
riguroso y a largo plazo y no como algo que va a quedar listo de la noche a la
mañana, sin planeación. Esto implica la posibilidad de cometer errores en el
camino, encontrarse con resistencias de algunos sectores de la organización o ver
resultados a mediano y largo plazo. Lo importante es tener claro desde el
principio los alcances y beneficios que puede tener la incorporación de la web
2.0 en la empresa y planificar estratégicamente para reorientar los errores y
aprender de los fracasos.
6. Las
empresas 2.0, es decir, aquellas que van a la vanguardia en los procesos de
incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación, y de los
medios digitales y sociales, han asumido esto como una prioridad y no como una
tarea más, por ende han invertido recursos y cuentan con profesionales y
consultores en las áreas de community management, comunicación digital,
desarrollo de software y programación, diseño gráfico entre otras, que les han
permitido asumir exitosamente este proceso y ser hoy en días organizaciones
reconocidas por el uso de las tecnologías digitales. Para las empresas que van
a iniciar este proceso, es muy importante contar con profesionales capacitados
e idóneos en la materia, que ayuden a orientar estratégica y acertadamente la
transición de la organización hacia el mundo 2.0.
Son muchas más las
recomendaciones y orientaciones que se podrían dar sobre la incorporación de la
web 2.0 a una organización, pero allí están expuestas las que a mi criterio son
las más importantes, para iniciar el camino.
Saludos y gracias por leer.
Diego J.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te invito a participar en este espacio de análisis de la comunicación, con tu comentario.